Normalmente cuando hablamos de un auto clásico lo asociamos inmediatamente a un vehículo viejo. ¿Pero realmente cuales son los atributos que diferencian un automóvil clásico de un auto viejo?
Aquí le traeremos una serie de características que definen a la perfección a un coche clásico.
Características de un Auto clásico
Según establece el Real Decreto de 1995, de 14 de julio, el que se aprueba el Reglamento de Vehículos Históricos. Un vehículo histórico (clásico) es aquel que ah cumplido 25 años desde su construcción. Sin embargo también deben contar con su diseño original ademas de que todo lo que compone el auto debe haber sido en el período de producción normal del tipo o variante de que se trate.
Categorías de automóviles clásicos
La Federation Internationale de Vehicules Anciens (FIVA) ente reconocido a nivel mundial por el entusiasta del auto colección clasifica los vehículos y brinda distinción según su antigüedad y los cambios de categoría están relacionados. Les brindamos las siguientes categorías por año de fabricación:
Ancestor: fabricados hasta el 31 de diciembre de 1904.
Veteran: construidos entre el 1º de enero de 1905 y el 31 de diciembre de 1918.
Vintage: construidos entre el 1º de enero de 1919 y el 31 de diciembre de 1930.
PosVintage: vehículos construidos entre el 1º de enero de 1931 y el 31 de diciembre de 1945.
Posguerra: construidos entre el 1º de enero de 1946 y el 31 de diciembre de 1960.
Vehículos construidos entre el 1º de enero de 1961 y el 31 de diciembre de 1970.
Vehículos construidos entre el 1º de enero de 1971 y el 31 de diciembre de 1978.
Clasificación de autos clásicos
Originales: no restaurados, a los que sólo se les pueden reemplazar los elementos perecederos citados en el grupo de los Auténticos más la pintura, los cromados y los tapizados de autos
Auténticos: vehículos completamente originales, a los que sólo se les pueden reemplazar las bujías, cubiertas, baterías u otros elementos perecederos
Restaurados: son en parte o totalmente, fueron desarmados, re acondicionados y vueltos a armar. Solo se les pueden cambiar elementos con las especificaciones originales de fábrica.
Reconstruidos: partes de uno o más vehículos ensamblados en un vehículo; las partes faltantes pueden ser fabricadas fuera del período del vehículo, pero conservando las características originales (carrocería o partes similares que no modifiquen las del modelo original utilizadas por el fabricante).
También hay que decir que muchos clásicos con 30 o 40 años de antigüedad son confortables y cuentan con un espacioso interior apto para viajar con una comodidad a la altura de modelos actuales. Todo depende del esfuerzo que decida realizar el interesado en hacerse de un vehículo antiguo, ya que para alcanzar ciertos niveles de charme y distinción hay que desembolsar -por supuesto- sumas que escapan a las posibilidades de muchos, por más pasión que se lleve en las venas.
El auto clásico
Los clásicos -salvo los vehículos ancianos que cargan más de 60 o 70 años sobre sus espaldas- cuentan con la potencia y la capacidad dinámica suficientes para desempeñarse en avenidas y rutas sin entorpecer el tránsito a los demás automóviles. Cualquiera de los modelos citados en este informe puede alcanzar fácilmente los 100 kilómetros por hora en ruta y, por ende, no serán obstáculo para los demás conductores siempre que se encuentren mantenidos correctamente, con sus frenos, luces y accesorios de seguridad en condiciones (lo que equivale a pasar con éxito por la RTO).
Vale añadir finalmente que la ausencia de asistencia electrónica representa otro motivo de aliciente para los aficionados a los vehículos de cierta antigüedad.
Esa característica obliga al conductor a “manejar” el auto con la pericia que era requerida en otros tiempos. Es decir, a calcular con anticipación los movimientos en frenadas, aceleraciones y curvas, con la consiguiente satisfacción de “sentir” el auto en los riñones, como solía ponderar el quíntuple campeón del mundo Juan Manuel Fangio.
Conclusión
Como conclusión, puede decirse que el usuario de un clásico popular como los que sus padres y abuelos manejaron hace 30 años saciará el afán de conducir “ese” auto que lo enamoró en su niñez y que al mismo tiempo -siempre que atienda algunas singularidades de los fierros antiguos- podrá cumplir con sus obligaciones de la vida cotidiana al volante de su bólido sin mayores complicaciones.
En definitiva, todo es cuestión de opciones.
Tener un clásico y disfrutarlo todos los días es posible. Para hacerlo, no es necesario ser acaudalado ni tener un Ferrari.
Es un sueño que se puede hacer realidad en función de las prioridades y gustos personales de cada uno, porque manejar un auto antiguo forma parte del estilo de vida que una persona elige en función de un factor fundamental que es el cariño por los tiempos idos, la nostalgia de acariciar ese volante tan parecido al que sostenía con firmeza aquel tío que nos llevaba a los partidos de fútbol, cuando la vida era menos vertiginosa y más simple.
Claramente que tener un auto clásico es realmente algo espectacular, coméntanos cual es el automóvil que marco un antes y después en ti